La democracia como sistema político es extraordinariamente frágil. No tenemos duda ninguna de que nuestro sistema, que es una incipiente democracia, enfrenta numerosos desafíos y una gran cantidad de amenazas y se pone en peligro su integridad y desde luego su funcionamiento adecuado.
El acotamiento de la democracia se refiere a las limitaciones y restricciones que se imponen a las instituciones democráticas, a los derechos humanos, a lo que antes se llamaban las garantías individuales, así como a todas las formas de participación ciudadana en la toma de las decisiones.
Una de las formas más comunes de acotamiento de la democracia es a través de la corrupción, socavar las instituciones democráticas y beneficiar a unos pocos en detrimento de la mayoría, es quizá en este momento en nuestro país uno de los elementos más importantes que tenemos que combatir.
La partidocracia que refleja el obstáculo que tiene el ciudadano a poder votar y ser votado es, sin duda alguna, un conflicto de valores muy importante entre aquellos que defendemos la libertad y aquellos que pretenden prevalecer en el privilegio.
Acotar la democracia es mala idea porque al final del día todos saldremos perjudicados. Tratemos de ser muy claros en este sentido, evitar la corrupción y promover un un sistema político que no fomenta la desigualdad, que no fomente la injusticia social y que permita que todos, todos, todos, todos podamos participar es sin duda alguna la única esperanza que nosotros tenemos.
Yo les invito a votar por ciudadanos que creemos en la libertad, ciudadanos que lejos de ideologías absolutistas o de realidades convenencieras, vigilamos y tratamos de prevalecer en una sociedad libre, democrática en la que todos entendamos.
que todos necesitamos de todos y que salga el sol por donde salga uno de los trabajos más importantes es acercar siempre la ley como forma de convivencia a la justicia muy ideal de libertad.
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